Mantén las joyas en su estuche original y evita el contacto con productos que puedan dañarlas como perfumes, cremas, lacas, cloro, etc.

La plata es un metal precioso, verás que con el tiempo se irá oscureciendo, esto es debido a la oxidación que produce el oxigeno de la atmósfera sobre el metal.

Puede que te guste el hecho de que vaya cambiando y evolucionando con el tiempo o puede que no. Si prefieres que siempre se mantenga tal cual la adquiriste en un principio, no te preocupes, porque limpiándola vuelve a quedar como nueva.

• Puedes limpiarlas con productos específicos para ella (limpia metales, de venta en droguerías y supermercados).

• Una manera casera y muy eficaz es colocar las piezas a limpiar en un bol recubierto de papel de plata y añadir agua caliente y dos cucharadas de bicarbonato, remover y dejar reposar 10-15’. Secar con bayeta suave y listas.

• Si la pieza de plata es mate y con el tiempo ves que va sacando brillo (esto por efecto de la erosión) puedes renovar el mate frotando con un estropajo verde en seco.

La plata oxidada, no es mas que plata 925 a la que se le aplica una pátina oxidante, que lo que hace es acelerar el proceso de oxidación para obtener un color oscuro.

Las piezas que llevan este acabado las puedes limpiar con un jabón suave y secar con bayeta, no necesitan mas mantenimiento, eso si, con el tiempo esa pátina puede atenuarse e ir adquiriendo un aspecto de plata envejecida, que puedes dejar tal cual o volver a patinar si lo prefieres.

Si es así, escríbeme y te lo vuelvo a hacer.

Un chapado de oro o rodio es una aplicación de una capa de estos metales sobre la pieza de plata por medio de un baño electrolítico.

El chapado de rodio lo aplico en aquellas piezas que por su diseño suelen ser mas propensas a oxidarse mas rápidamente, ya que este chapado lo que hace es evitar que se oxide la plata.

• Evita que la pieza se raye, ya que el baño solo está adherido a la pieza por la parte exterior.

• Limpia con agua, jabón pH neutro y un cepillo suave y seca cuidadosamente.

La porcelana es un material noble, resistente y muy versatil. A pesar de su aparente fragilidad es la cerámica más duradera y resistente que existe. El único cuidado que debes tener con ella es evitar los golpes y caidas.

Puedes lavarla sin problemas con agua y jabón.